domingo, 19 de agosto de 2007

MADRILEÑO: LA PASIÓN TORDA

Las bellas tierras irlandesas fueron testigo de mi llegada al mundo allá por 1992. Respecto a mi fisonomía, deciros que soy de capa torda, hecho que causa simpatía en los aficionados y recelo en los criadores. Bautizado con el nombre de Madrileño, mi destino no podía ser otro que la Cuadra Madrileña, propiedad de Lorenzo Sanz y al cual los nuevos aficionados puede que recordéis por haber sido presidente del Real Madrid.

Debuté a dos años en San Sebastián, con la monta de José Luís Martínez, que sería mi jockey habitual. Logré acabar tercero en un lote de nueve participantes. Mis dos siguientes salidas a pista, una en La Teste De Buch y otra nuevamente en San Sebastián, se saldan con sendas victorias. Esta última victoria fue el Criterium Internacional, donde sobre una distancia de 1600 metros conseguí batir a Holsrenne en una dura lucha. Estos buenos resultados hacen que mi próxima salida sea el Príncipe De Asturias, es mi primera carrera en el hipódromo de la Zarzuela y hay dudas sobre mi adaptación a la pista, pues no poseía un gran cambio de ritmo. La victoria es para Puertollano, mientras que yo consigo cruzar la meta en tercer lugar. Mi siguiente salida sería el Antonio Blasco, sobre 1400 metros, en el cual me enfrentaría por primera vez a rivales de mayor edad. Obtengo una magnífica cuarta plaza, llegando a tan solo dos cuerpos y medio del ganador, el genial velocista Policy Matter. Es mi última carrera a esta edad y soy nombrado como el segundo mejor potro del año, siendo superado por Puertollano en tan solo un punto.

El primer objetivo para mi campaña a tres años es la Poule, sin embargo disputo primero una carrera en Burdeos, el Nelcius sobre 1600 metros, en el cual consigo la victoria batiendo a un caballo ganador de Listed en la edad precoz, creo recordar que se llamaba Faru y era el gran favorito aquel día. Mi siguiente compromiso sería la Poule. Mi preparador, Román Martín, da instrucciones a José Luís Martínez de que no se precipite en exceso durante el recorrido. No obstante, José Luís fue muy criticado por una estrategia excesivamente conservadora en el Príncipe de Asturias, así que decide dar un fuerte ritmo a la carrera. Román vivió todo el recorrido con el corazón en un puño al ver el ritmo que estaba marcándome José Luís, lo cual no fue impedimento para que estallara de alegría cuando logré cruzar la meta en primer lugar, batiendo por ¾ cuerpos a Legal Jargon. Destacar el cuarto puesto de Puertollano, caballo que logró batirme en el Príncipe de Asturias y que fue mejor valorado que yo a dos años, pero al que ese día batí por 5 cuerpos y medio, lo cual demostraba una clara expansión de mi valor.Mi siguiente carrera es el Velayos, carrera sobre 2200 metros que servirá para comprobar mi capacidad para abordar los 2400 metros del Derby, pues mi pedigree ofrecía algunas dudas al respecto. Consigo batir por ¾ cuerpos a Leonard Quercus, la carrera fue muy dura desde el inicio, lo cual dejaba entrever que la distancia no sería un impedimento en el Derby. Y llega el día del Derby, prueba principal de la temporada de primavera, ya que hacía dos años que no se disputaba el Gran Premio de Madrid. Comienza la carrera con Leonard Quercus y Tarabusi marcando un fuerte ritmo que les permite aventajar al pelotón en unos ocho cuerpos, creo recordar. La pista se encontraba bastante pesada debido a las lluvias y fui yo quien tomó la responsabilidad de tirar del pelotón. En la recta final Leonard Quercus pincha totalmente, Tarabusi se mostraría más entero y logra acabar en cuarto lugar, yo tuve que ser exigido por José Luís para lograr la victoria ante El Ceremonioso que llegó a tan solo ¾ cuerpos.

La próxima cita es la Copa de Oro, primera carrera del año en la cual tengo que enfrentarme a los “viejos”. Al llegar a la recta de llegada me encuentro encerrado en mitad del pelotón. Debo abrirme en exceso hacia el exterior, lo cual hace que pierda varios cuerpos con la cabeza de la carrera, entrego sobre la pista todo lo que tengo y también aquello que no tengo, para así batir en un suspiro a Alexandrovich. De esta manera me convertí en el primer caballo tordo que logra la victoria en la Copa de Oro. Gran día para mi cuadra puesto que mi compañero Toba, ganador del Derby de 1992, logró además un fantástico tercer puesto.

Viajo a Longchamp para disputar el Dollar, un Grupo 2 sobre 1950 metros. Sufro un recorrido similar al de la Copa de Oro, en el cual quedo nuevamente encerrado al desembocar en la recta de llegada, cambié de ritmo pero era demasiado tarde para ganar, no obstante en una llegada apasionante conseguí ser cuarto por corta cabeza. Meritoria carrera puesto que batí a varios ganadores de Grupo.

Ahora llega el Memorial Duque de Toledo donde comparto favoritismo con el gran Partipral. Pero desgraciadamente me encontraba ya agotado por la dureza de la temporada y no fui obstáculo para que Partipral triunfara por segunda vez el Memorial. En lo que a mi respecta, llegué último a 42,5 cuerpos.Necesito un periodo de seis meses para recuperarme de los esfuerzos. Mi reaparición es en Burdeos donde logré un buen segundo puesto. Dos meses y medio después disputo una carrera en San Sebastián para prepararme de cara a la Copa de Oro. En ella logro batir por siete cuerpos a Mdudu portando ambos el mismo peso.

De nuevo la Copa de Oro, donde me toca defender título, pero acabo tercero y para mi sorpresa es Mdudu quien se hace con la victoria superándome en cuatro cuerpos, devolviéndome de esta manera la moneda de la preparatoria. Me cuesta reconocerlo pero ya no soy el mismo de antes. Disputo un Listed en Burdeos pero tan solo consigo ser cuarto, esta vez ya sin José Luís Martínez. Tan solo una semana después afronto por segunda vez el Dollar (Grupo 2), pero en esta ocasión acabo en séptima posición, siendo montado por John Reid.

Mi etapa como corredor había llegado claramente a su fin. Ahora me encuentro en Huelva donde desarrollo labores como semental. No recibo demasiadas oportunidades, porque como os dije al principio, los caballos tordos no estamos excesivamente valorados de cara a la cría. De mis retoños tan solo puedo destacar a Azuer por ser el único ganador. A mis 15 años, aún guardo la esperanza de poder aportar al turf español un nuevo crack de capa torda que vuelva a desatar pasiones. Créanme, este viejo aún no ha dicho su última palabra.